Conociendo algunas de las leyendas del baloncesto que redefinieron lo que significa ser un Knick
Redacción 20/09/2024 |
Los New York Knicks, una de las franquicias más antiguas y prestigiosas de la NBA, han visto pasar por sus filas a una gran cantidad de jugadores talentosos a lo largo de su historia. Desde sus inicios en 1946, han sido hogar de verdaderas leyendas del baloncesto, que han marcado un legado imborrable en la historia del deporte.
En este artículo, exploraremos a algunos de estos deportistas que han definido la identidad de los Knicks. Si quieres ir a ver a tus estrellas favoritas y vivir la experiencia en el Madison Square Garden, saber cuanto cuesta un partido de la NBA en Nueva York y compras las entradas, siempre es posible.
Walt "Clyde" Frazier cautivó con su estilo y defensa
Uno de los nombres más icónicos en la historia de los New York Knicks es, sin duda, Walt "Clyde" Frazier. Conocido por su estilo tanto dentro como fuera de la cancha, el mismo fue la encarnación del jugador completo. Llegó al equipo en 1967 y rápidamente se estableció como uno de los mejores bases de la liga. Fue un maestro defensivo, conocido por su capacidad para robar balones y su agudo sentido para anticipar jugadas. Pero no era solo su defensa lo que lo hacía especial; también era un anotador eficiente y un excelente distribuidor de juego.
Algunos de los momentos que hicieron que su camiseta con el número 10 cuelga en lo alto del Madison Square Garden, son los siguientes.
- Fue un elemento crucial en la consecución de los dos únicos campeonatos de la historia de los Knicks, en 1970 y 1973.
- En el decisivo séptimo juego de las Finales de 1970, Frazier ofreció una actuación legendaria con 36 puntos y 19 asistencias, guiando a su equipo a la victoria y solidificando su legado en la franquicia.
- Fue siete veces All-Star y seis veces miembro del equipo All-Defensive.
No todos los héroes llevan capa: Willis Reed
Willis Reed es una figura icónica en la historia de los Knicks, especialmente recordado por su actuación en las Finales de 1970. Esta estrella, que jugó toda su carrera en Nueva York, era un pívot dominante en ambos lados de la cancha; pero lo que realmente lo define es su valentía.
En el séptimo juego de las Finales de 1970 contra los Lakers, Reed, lesionado, salió cojeando al Madison Square Garden, inspirando a su equipo para lograr una victoria histórica. Fue nombrado MVP de las Finales y se convirtió en un símbolo del liderazgo. Asimismo, cabe destacar que fue siete veces All-Star, ganó dos campeonatos y su número 19 cuelga en lo alto del estadio como testimonio de su legado.
Una leyenda de los 90 fue, sin dudas, Patrick Ewing
Si hubo un jugador que definió a los Knicks en las décadas de los 80 y 90, ese fue Patrick Ewing. Seleccionado como la primera elección global en el Draft de 1985, llegó a Nueva York con la carga de las expectativas de toda una ciudad sobre sus hombros. Y no decepcionó.
- Durante sus 15 años con el equipo, Ewing fue la cara de la franquicia. Un pívot dominante, conocido por su habilidad para anotar tanto en el poste bajo como desde media distancia, así como por su tenaz defensa y su imponente presencia en la pintura.
- Fue 11 veces All-Star.
- Ganó el premio al Novato del Año en 1986.
- Fue dos veces miembro del equipo All-NBA First Team.
- Aunque el equipo nunca logró ganar un campeonato durante su tiempo con el equipo, Ewing llevó a Nueva York a las Finales de la NBA en 1994 y 1999, y estuvo a una victoria de ganar el título en 1994 contra los Houston Rockets.
Su impacto en la franquicia es incuestionable, y su número 33 fue retirado por los Knicks en 2003, en honor a su lealtad y contribuciones a la franquicia.
Bernard King, un anotador imbatible
Bernard King fue uno de los anotadores más prolíficos en la historia de la NBA y, aunque su paso por los Knicks fue breve, dejó una marca indeleble en la franquicia. Llegó a Nueva York en 1982 y rápidamente se estableció como uno de los mejores aleros de la liga. Este deportista era conocido por su capacidad para anotar desde cualquier lugar, especialmente en el poste bajo, utilizando su velocidad y habilidad. Cabe decir que durante la temporada 1984-85, lideró la liga en anotación con un promedio de 32.9 puntos por partido y tuvo una actuación legendaria al anotar 60 puntos en Navidad de 1984.
Su carrera fue interrumpida por una grave lesión en 1985, pero su legado perdura: King fue incluido en el Salón de la Fama en 2013, consolidando su lugar como uno de los grandes anotadores de la NBA.
Por esto y más, se puede decir que los New York Knicks han tenido la fortuna de contar con algunos de los jugadores más emblemáticos en la historia del baloncesto. Cada uno de ellos ha dejado una marca imborrable en la franquicia, contribuyendo a momentos históricos y definiendo lo que significa ser un Knick.