La próxima derrota está más cerca

Vía de Escape

Paco Cepeda 10/12/2023

El Sevilla, su entrenador, su director deportivo, su dirigencia, pueden esconderse detrás de muchas cosas, o de algunas: que si las bajas, que si la mala suerte o no en una jugada de VAR difícil de ver, que si tuvo el triple de ocasiones que su rival en Mallorca... pero lo que emana ese equipo, ahora mismo ese club, es que de una manera o de otra va a perder. Parece muy poco serio el comentario, alejado de cualquier situación que deban analizar los profesionales, los que deben tomar decisiones relevantes, pero tengo más que mamado que el fútbol es también, en un porcentaje muy elevado, un estado de ánimo, y todo el mundo en este club ahora mismo tiene cara de perdedor, y lo es. El miedo es la palabra que mejor resume todo lo que se hace, dentro y fuera del campo. Y pasan esas cosas que cada vez te hacen más pequeñito y terminas en el fango.

Por tanto, ¿quién cambia esa dinámica? En el Sevilla nadie parece capaz ni legitimidado a nivel del entorno par dar el volantazo. No hay decisión que pueda frenar la corriente, o eso parece, pero por muy oscuro que se ve al horizonte, que lo es, en el fútbol pasan esas cosas, recuerden el año pasado, un equipo de los peores que vi en mi vida acabó ganando la séptima Europa League. Eso no sirve de justificante para nada, no se puede seguir esperando a que el milagro se produzca otra vez, sólo sirve para recordar a los que ahora lo ven todo negro que aunque no parezca que haya salida, el fútbol te la pueda dar sin saber bien por qué.

Uno escucha a Diego Alonso y está en los antípidas. Él, como no puede ser de otro modo, ve la victoria cada vez más cercana, de hecho hablaba de que el equipo va a acabar incluso ganando bien, convenciendo y redondeando una temporada sobresaliente. Piensa el uruguayo, ingenuo, creo yo, que jugando como en Mallorca ganas más que pierdes, y nada de eso, partidos como los de Mallorca te hacen más débil, más chiquito, más vulnerable. El que ha entrado alguna vez en un vestuario, de élite o de regional, sabe que eso se mastica en la intimidad. Cuando jugando algo mejor (solo algo) que el rival, la próxima derrota está más cerca que esa victoria que no llega nunca.