Maldini
Vía de Escape
Paco Cepeda 27/08/2024 |
Señor Julio, le dedico estas líneas después de algunas horas de reflexión en las que batallaron el ego y la pereza intelectual. Al final, el factor desequilibrante para echarle un par de horas (al final solo fue media) a este asunto ha sido el respeto al trabajo en equipo. Mis compañeros, Anabel, Antonio, Alberto, María José, Mauro, Jesús, Noelia... encargados de rentabilizar esa bendita 'majaretá' llamada Muchodeporte, se merecen que ponga este granito de arena viendo que nuestra "agria polémica" está funcionando en las redes. Es tendencia, me dicen. A usted también le ha venido bien; confirmo que tiene el triple de reproducciones de lo habitual. Seguramente por eso se ha ido viniendo arriba. A ver si le echamos más narices al toro, en los comentarios.
Sepa, señor Maldini, que el crítico acepta la crítica, faltaría más, pero en sus escuetos textos percibo una cierta burla sobre el posible conocimiento en una materia en la que también debo considerarme experto, como usted, que lo mismo necesitaría ser aclarada. Sepa que, además de un señor, también fui niño, uno que obligaba a su padre a ir especialmente a Cádiz, al Carranza, para ver de primera mano, sin intermediarios, cómo jugaban esas estrellas de ultramar, singularmente brasileños. Comer a precio de menú en el Timón de Roche creo que no convalida. Pregunta por mi nombre, aunque es lo de menos, se lo aseguro. En adelante, puede llamarme "el de Muchodeporte" (me conviene más) o, mejor todavía, "el del letrero de La Casa del TPV" (un abrazo, Miguel). Le doy las gracias de todos modos, pero si puede llamar a su futura sección sobre grandes partidos de la historia con ese nombre, yo más encantado. Como veo que quiere echar unas risas, le propongo un dúplex. Ya está viendo que esto funciona, y después del repaso de sus partidos, le podría hacer una modesta mini sección llamada "es un buen jugador", en la que repasemos los camelos que nos metía cuando solo unos pocos tenían parabólica. Es una idea para completar la suya.
Mire, le voy a contestar sobre el fondo de la cuestión: sostengo que la Libertadores no es una vara de medir sensata para calibrar si un jugador puede ser élite. La Libertadores de ahora, si me va a sacar al Santos de Pelé, hablamos de otra cosa. Y no es élite porque esas ligas que disputan la competición están esquilmadas (si hay alguna palabra que no entienda, acuda al diccionario, mejor que a Wikipedia, hágame caso). Las academias o canteras de Manchester, Arsenal, Madrid, Barcelona, Dortmund... se encargan de llevarse a los niños que despuntan allí. No fue casualidad que Messi ya se criase en Barcelona. No dejan nada. Le vuelvo a repetir, por si no lo ha visto, escuchado o, siendo optimista, leído: el otro joven valor de esa final de 2022, la de Vítor Roque, era Abner Vinicius, que ya sí que lo he visto aquí. Le recuerdo, porque lo sabrá, que en 2023 la estrella de esa otra final fue Ganso, sí, Ganso, ese brasileño que hizo el papelón que hizo en el Sevilla y en el fútbol europeo. La Libertadores es una competición excepcional, pero en absoluto retroceso deportivo, plagada de viejas glorias y jóvenes que no han llamado la atención de los mejores scouts del mundo, con excepciones, claro.
Sepa una cosa, esta ya menos interesante: creo conocer a los futbolistas que saben jugar en todo el mundo. No tengo que predecir nada; cuando están en la élite, me toca juzgarlos deportivamente, de forma más o menos acertada, pero desde el conocimiento del juego. Sí le digo que resulta más comprometido hablar de lo que sabe todo el mundo que de lo que saben tres; me refiero, por ejemplo, a un Angola-Mozambique. Es mucho más complejo decir si Sergio Ramos suma o resta, o si Messi ya sobraba en La Liga. Pero eso déjelo para otros u otras. Usted, le felicito, ha convertido en un lucrativo negocio la frase "es un buen jugador", lógicamente antes de que lo veamos los demás. Es un exitoso fetichista de vídeos que muestran jugadores a los que no entiende en su esencia. Yo tampoco lo conozco a usted como persona, pero tiene una pinta extraordinaria. Yo soy más agrio, más acostumbrado a este barro, pero sí conozco su puesta en escena profesional; le he oído miles de comentarios, más de los necesarios, y lo mismo tengo un mayor conocimiento, también atrevimiento, para decirle que usted sabe de futbolistas, pero no de fútbol. Un abrazo, señor. Nos vemos en Cádiz. Yo invito.
-
Don Ángel, este Betis también es malo
· Paco CepedaMe sorprendía, lo hace muy a menudo, el presidente del Real Betis, Ángel Haro García, cuando en el aeropuerto de Sevilla, antes del
-
La pringá de los señores
· Paco CepedaYo, un cortao; mi amigo una pringá; "y yo un desgraciado, pero no pasa nada", decía un camarero ante la comanda de un parroquiano. Pues bien, anda el
-
Un completo éxito
· Paco CepedaAnda el inquieto articulista en un buen momento, en paz con casi todos y todas. Y sabe perfectamente, porque lleva 30 años en esto, como los
-
Ceballos: cuidado con el regalito
· Paco CepedaCuidado que con quien con niños se acuesta ya saben cómo amanece. Dani Ceballos definitivamente no es de fiar a nivel emocional. Hoy se ha descolgado con una
-
García Pimienta
· Paco CepedaCuando toque, pronto, Víctor Orta y José María del Nido Carrasco dirán el porqué han decidido que sea
-
Contrato de media jornada
· Paco CepedaQuique Sánchez Flores ha salvado al Sevilla FC de un descenso anunciando. Se podría matizar, pero no lo deseo, toda la gloria para el señor
-
Europa es su sitio
· Paco CepedaEuropa es su sitio. El del Betis de Pellegrini, porque si lo vuelve a lograr sería la cuarta clasificación consecutiva para torneo continental. Luego ya
-
¿Qué ha cambiado, Sergio?
· Paco CepedaSergio Ramos es una leyenda del fútbol mundial, pero no del Sevilla. Sergio
-
Gordillo chico regresa, un síntoma
· Paco CepedaCuando José Antonio Gordillo se va del Betis, en administración no tienen ni que consultar la base de datos para mandar el finiquito a su cuenta corriente.
-
Tesquiyá
· Paco CepedaManuel Pellegrini es santiaguino, chileno, con familiares italianos, muchos de ellos de la gran Roma. Y jamás ha dejado de serlo. Y hace bien. No le ha gustado ni