2-1: Lo Celso juega a otro deporte
Miguel Ángel Chazarri 18/09/2024 |
El Betis se impuso de cabo a rabo a un Getafe que confirmó en el Villamarín que lo que le queda es sufrir y rezar. La superioridad verdiblanca fue manifiesta. Claramente, soltó el Betis el partido más convincente de la temporada, dominando con juego, ocasiones y sin ningún despiste. Un marcador lógico hubiera sido un 4-0, por ejemplo. Solo la falta de puntería privó a la afición de celebrar más goles. Fue lo de menos. Lo importante es que el partido confirma que esto marcha y que ha llegado un futbolista, Lo Celso, que no por conocido deja de deleitar. Se jugó como dijo su zurda. Partidazo de crack. Cuando salió del campo, la cosa ya no fue lo mismo.
Alguien sostuvo algún día que este deporte va de marcar goles. Siglos después, tal aseveración sigue en pie. Solo la falta de puntería privó al Betis de irse al descanso con un marcador claro. La colección de ocasiones es contundente: Un tiro de Abde en el 7', una contra llevada por Abde a la que respondió David Soria (21'), un remate de cabeza del hiperactivo marroquí (22'), un disparo cruzado de Vitor Roque (30'), una patada casi al aire del brasileño y un posterior remate de Abde que no entró de milagro (32')... Un lanzamiento ajustado de Lo Celso (38')... Dio como para una tarde de merienda en la pradera de Heliópolis.
Pero no. A veces el fútbol se complica. Y con el Getafe enfrente, el partido suele romper en denso, desagradable. Desesperan, sin duda, los de Bordalás aunque, siendo comprensivos, ¿a qué van a jugar? Era cuestión de que cayera el primero. Lo hizo vía VAR. Penalti clarísimo y gol de Lo Celso (60'). El Betis siguió defendiendo con orden y sin permitir grietas que animaran al Getafe. El segundo tanto llevó la calma total. Realmente, no hubo necesidad de este tanto de Arambarri. Quizás el aplauso a Lo Celso llegó antes de tiempo. Cuando se marchó, el equipo se quedó destartalado. Tras ocho minutos de alargue, las sensaciones vuelven a ser buenas. Sigue con su gran entrenador al frente, con jugadores estimables y con un Lo Celso que no es cuestión de comparar, pero que sin duda aporta más que el último Fekir. El argentino, simplemente, jugó a otro deporte.