Informe y cabreo monumental por el arbitraje de Bestard Servera
José Antonio Jiménez 14/10/2024 |
Muy enfadados y con un cabreo importante, y con mucha razón, están el Sevilla FC por el arbitraje de Luis Bestard Servera en el Marbella-Sevilla Atlético del pasado fin de semana. Un choque que quedó condicionado por el balear… y no únicamente por las expulsiones de Castrín y Darío Benavides antes del descanso y cuando mejor lo hacían los chavales de Jesús Galván. Y es que los que siguen al filial blanco no recuerdan una manera de pitar tan parcial a favor del equipo local… Un arbitraje más propio de los años 80.
Entienden en el cuadro blanco, y así lo han hecho constar con un informe formal tras todo lo sucedido, que la entrada de Castrín no era para roja (poco antes, Idumbo había sido objeto de una falta mucho más grave, castigada con amarilla). Al belga todavía le quedan secuelas de dicha acción. Tampoco que Darío viera la segunda amarilla tras una jugada en la que ni siquiera había cometido falta.
Pero el enfado va más allá… El colegiado, que mostró una actitud chulesca con los de Galván de principio a fin, dio gol (el 1-0) tras un remate en el que no se ve al cien por cien si el balón traspasa la línea de meta. Haciendo todo lo contrario en una acción de Antonetti con 2-1. Manu Bueno llegó a celebrar el empate tras ver cómo la pelota entraba. Curiosamente, el choque se jugó con porterías no reglamentarias, de las que se mueven.
Y si de penaltis hablamos, tampoco se comprende que pitara uno que no fue (detenido luego por Alberto Flores) y que mirase para otro lado tras una clara mano de un jugador del Marbella dentro del área.
Para colmo, el Sevilla no entiende que el choque se jugara en una instalación que no cumple con lo mínimo exigido por la RFEF para duelos de la Primera RFEF. Sin vestuarios, sin sala de prensa, sin corriente eléctrica... Un auténtico desastre.